Mes: octubre 2023

Reflexiones: tendencias en transformación digital – Metaverso Industrial

Metaverso es una palabra que no suena demasiado bien hoy por hoy. Socialmente, remite a lo que parece un intento prematuro y hasta ahora fallido de Meta por reinventar su negocio y a una propuesta de interacción con la tecnología (o con otras personas a través de la misma), asociada al juego, orientada al ocio. Desde los Sims, Second Life o Ready Player One, los humanos hemos hecho numerosos intentos o acercamientos conceptuales muy diferentes a construir realidades virtuales inmersivas donde se pudieran vivir vidas más divertidas, poderosas, salvajes, libres o acogedoras, un lugar donde huir, refugiarse o descargar frustraciones, deseos o ilusiones.

Pero no crean que el mundo industrial, con su propia jerga, andaba demasiado lejos: el concepto clave era el «digital twin«, el gemelo digital que tan bien explicaba Rosa García hace unos años.

Cuando hace unos meses abordamos la revisión de tendencias en transformación digital, apareció como novedad en numerosas fuentes el concepto de «metaverso industrial«. Mi primera aproximación no me llevaba mucho más lejos que el gemelo digital de una planta completa de producción, algo a lo que muchas organizaciones nos hemos acercado en el pasado, pero de lo que no hemos sido capaces de extraer demasiado jugo, más allá de las promesas teóricas no siempre confirmadas.

Al menos, las que no somos gigantescas empresas mundiales con enormes posibilidades de dedicación de recursos.

Sin embargo, hubo un hecho que captó fuertemente mi atención: la alianza que a mediados de 2022 habían firmado Siemens y Nvidia con el propósito de, precisamente, favorecer el desarrollo de metaversos industriales. Dos líderes mundiales absolutos, uno en automatización industrial y otro en inteligencia aplicada al tratamiento de la imagen, no pueden aliarse de esa manera para algo baladí. Hay que entender qué hay detrás…

En resumen, como primer paso, las empresas conectarían Siemens Xcelerator, plataforma empresarial digital abierta, y Nvidia Omniverse, plataforma de diseño colaborativo 3D, lo que habilitaría un metaverso industrial con modelos digitales basados ​​en la física de Siemens y la IA en tiempo real de Nvidia, para que las empresas pudieran tomar decisiones más rápido y con mayor confianza. Así, el motor de simulación de mundo virtual en tiempo real de Nvidia Omniverse, físicamente preciso y habilitado para IA, permitiría generar gemelos digitales en directo y con total fidelidad al diseño, que conectarían sistemas de IA definidos por software de la periferia a la nube.

Se supone que las aplicaciones del metaverso industrial pueden ser numerosas: comprensión y enriquecimiento de datos en entornos virtuales, creación de procesos más sostenibles, optimización de costes… Sin embargo, no acababa yo de ver muy bien en qué se diferenciaban estas promesas de las que se hacían de los gemelos digitales, aunque nos explicaran que todavía falta tiempo para ver una realidad virtual y física totalmente integrada y que al menos hasta 2024 no empezaríamos a ver y entender mejor sus capacidades.

Con el apoyo de Iker Mitxelena (gracias, joven… 🙂 ) hemos tratado de hacer las distinciones precisas para entender bien de qué estamos hablando. La teoría dice que el metaverso industrial permitirá:

  • Ingeniería avanzada, con diseño de productos iterativo y colaborativo con el cliente en tiempo real, sin los costes y los riesgos asociados a la interacción en el mundo real.
  • Pruebas y homologaciones más exhaustivas, testando infinitos escenarios que combinen entornos fotorrealistas con simulaciones físicas.
  • Entrenamiento de procesos autónomos mediante machine learning e inteligencia artificial.
  • Detección de mejoras de procesos sin interrupción de la fabricación.
  • Obtención de conjuntos de datos para proyectos de inteligencia artificial…

Ya… me dirán que muchas de esas cosas se esperaban también de los gemelos digitales, ¿no?

Porque el gemelo digital no es una mera representación de un objeto o un proceso físico, sino que además está conectado de alguna manera al mismo, obteniendo información real de sus sensores. A menudo se olvida este aspecto y se refiere al gemelo como una copia virtual o digital de la realidad, sobre la que realizar simulaciones, pero la conectividad gemelo-objeto forma parte intrínseca del concepto.

Entonces… ¿en qué consiste la diferencia entre gemelo digital y metaverso industrial, tan importante como para que este último concepto aparezca ahora con fuerza entre las tendencias de transformación digital para la industria?

Pues… si me lo permiten, vamos a intentar explicarlo, en lo que hasta ahora creemos entender:

  • En primer lugar, las tecnologías implicadas: el gemelo digital es solo el corazón alrededor del cual se crea el metaverso, que además incorpora tecnologías como la inteligencia artificial, la disponibilidad de datos en tiempo real (que impone muchas veces alta conectividad 5G/6G), el edge computing, o blockchain para garantizar la seguridad y la confiabilidad en un entorno naturalmente colaborativo.
  • En segundo lugar, dicho carácter colaborativo: un metaverso industrial es un entorno conectado digitalmente, diseñado para reunir a todo un ecosistema de proveedores, socios y expertos en un espacio inteligente. De hecho, en contra de lo que sucede en el mundo del ocio, el metaverso industrial no será probablemente un espacio global, sino varios entornos digitales construidos con fines diferentes pero interconectados.
  • En tercer lugar, el papel del tiempo real y la inteligencia artificial: ya no se trata de un modelo virtual de un objeto que se alimenta de datos reales, sobre el que se pueden realizar simulaciones en base al diseño de escenarios (como en el gemelo digital), sino que, en el metaverso, los datos reales de lo que está ocurriendo se «ingestan» en tiempo real y se pueden aplicar algoritmos que suponen auténticos modelos de predicción del comportamiento de entornos complejos, con los que se puede interactuar e iterar para tomar decisiones operativas.
  • Y para terminar, la relación con el edge: las empresas podrán tomar el gemelo digital que controla las dinámicas de computación y situarlo en un dispositivo en el edge del hardware, es decir, podrán permitir que sea el software quien gobierne la operación en los dispositivos en el edge.

¿Ciencia ficción? La apuesta de la alianza Siemens-Nvidia es hacerlo factible y hacerlo ya. Otra cosa es al alcance de qué tipo de empresas quedará extraer todo su potencial al metaverso.

Los desafíos para explotar el concepto son enormes: la empresa debe estar a un muy alto nivel de digitalización, incluida una absoluta familiaridad con los gemelos digitales. Deberá, además, disponer de una red de valor con capacidad de asumir la inmersión colaborativa que se le demande y recursos importantes dedicados durante un largo periodo de tiempo para construir y explotar adecuadamente el metaverso generado, tanto económicos como humanos. Serán necesarias fuertes competencias en una amplia diversidad tecnológica, enorme capacidad de computación, o soluciones abiertas e interoperables para gemelos de distinto origen, con formatos de datos compatibles.

No será fácil, durante mucho tiempo, visualizar con claridad el retorno de tamaño esfuerzo. Pero como premio, entonces… se supone que habrán llegado a ser una auténtica y excelente empresa digital.

Aunque yo me sigo preguntando cosas… que me parecen muy básicas. Por ejemplo, salvando los procesos de adiestramiento (que para eso ya sirve la VR actual): ¿por qué es necesario que el metaverso industrial disponga de un escenario de altísima fidelidad visual, como si de una realista y creíble película de ciencia ficción se tratara? Sabiendo que ello conlleva enormes prestaciones en coste computacional y capacidad de comunicación y siendo el propósito «un asuntillo de ingenieros», ¿por qué no serviría hacer lo mismo con puros modelos matemáticos?

Algunos tratan de explicarlo, pero… ¿alguien es tan amable de explicármelo mejor?

Les dejo con un par de recomendaciones (1) (2) y algunos vídeos que creo les pueden interesar, a título divulgativo.

Y nos vemos en cualquier metaverso. Algún día…