Vibraciones: Árbol de Navidad

Es diciembre y la tradición de esta casa marca el que haya un post navideño a lo largo del mes, por puro gusto y porque a mí me parece que está bien.

Creo que este año va a quedar cómodamente instalado alrededor de una canción que acaba de publicar Alberto Montero, a quien no tenía el gusto de conocer hasta que apareció hace pocos días en una de mis playlists de referencia en Spotify.

Su canción (que al parecer había escrito hace un año pero que publica ahora) se titula así, «Árbol de Navidad«, y tiene una de las letras más cortas que podrán encontrar en la música actual, pero quizá por ello razón de ser de este artículo, porque no solo es corta, sino poderosa: transmite, con humildad y elegancia, esa conciencia de lo extraño que resulta que cada año nos regalemos una especie de permiso emocional (en nuestras ciudades y en nuestro interior), pero «como entre paréntesis», algo que resultaría incomprensible si se pudiera analizar desde un observador exterior, aunque solo fuera por la paradoja de que algo que es bueno quede encajonado dentro de un paréntesis condenado a desaparecer al pasar página en el calendario.

Esa breve reserva que abrimos y cerramos conscientemente, dejando que las olas del mar cotidiano la vuelvan a tapar, es el árbol de Navidad alrededor del cuál Alberto nos transmite un único y sencillo mensaje: si, aunque sea por una vez, dejas que esa emoción se asome al exterior… «aprovecha el calor, la llama de tu interior«.

Espero que si estos días se encuentran a sí mismos mirando al Belén o reunidos en torno a un árbol de Navidad, mientras en sus casas suenan villancicos tradicionales o contemporáneos o mientras preparan con cariño algún encuentro familiar, recuerden que esa sensación de cariño y esas emociones básicas pero singulares en que se encuentren, se suelen diluir a la vuelta del calendario…

Y para que no suceda, les animo simplemente a que, como propósito de Año Nuevo, abracen con determinación el compromiso de recordar ese momento en torno al árbol, para instalarse de nuevo en esa emoción, con la mayor frecuencia que puedan.

Si quieren acercarse a conocer algo más a Alberto Montero, a mí me ha parecido que aquí hay una buena entrevista. Su canción no es un villancico y ni siquiera es un tema comercial, pero denle margen…

Feliz Navidad. Consciente Navidad.

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