Vibraciones: un post de un blog

En este blog, que ya se acerca a los cinco años de andadura, hay un post relativo a la gestión por competencias que sigue teniendo, tres años después de haber sido publicado, una media de unas 200 visitas mensuales. Con mucho, el post más visitado de ‘inquietos’.

Así era… hasta ahora: mi último post, sobre Fagor Electrodomésticos, ha supuesto en solo un mes una enorme inyección de adrenalina para esta casa, como muestra la gráfica que sigue y que representa las visitas no sindicadas y los visitantes diarios al blog durante un periodo de 30 días: 15 justo antes de la publicación (representativo de lo que venía siendo la actividad habitual) y 15 después.

gráfica post

En tan solo cuatro semanas, la entrada sobre Electrodomésticos ha sido la protagonista del récord diario de visitas de esta bitácora (¡15 veces!), del récord semanal (3 veces), del récord mensual y, a fecha de hoy… es ya la más vista de la historia del blog… y la más comentada.

Algunas lecturas:

  • No es que éste sea «un modesto blog«, como suelo advertir. Este episodio indica que más que modesto, ‘inquietos’ es en su vida ordinaria un blog realmente insignificante… casi ínfimo. 😉
  • Compartir lo que uno cree haber aprendido o descubierto en su vida profesional ordinaria interesa a poca gente, a un nicho realmente pequeño y casi siempre próximo. Atrae infinitamente más lo cercano, la actualidad y la noticia (y en ellas «enterarse»)… que reflexionar, debatir o aprender (me permitan la inmodestia) desde la distancia de las cosas. Así que menos mal que en buena parte escribo para verme escrito y reconocerme en ello… 🙂
  • A lo mejor no importa tanto como pensaba que un post sea muy largo… si interesa. El de Electrodomésticos ha sido el post más largo del blog (más de 6.000 palabras), pero también el de mayor número de lecturas por visitante: si un artículo es largo pero interesa, sí parece que la gente vuelve para leerlo con calma. ➡
  • Me da que el correo electrónico sigue siendo «un arma de difusión masiva», al menos en este tipo de temas. El post se ha twitteado, sí… y se ha compartido en Facebook, en LinkedIn y en otras redes… pero los rastros que he podido trazar no justifican ni la cuarta parte de las visitas. Creo que mucha gente, que no está en las redes, se ha ido pasando el enlace por mail. 😮

Ya sé que todo esto no tiene ninguna importancia, así que espero que disculpen estos ejercicios de egocentrismo que de vez en cuando dejo caer. Les prometo volver enseguida a la «ínfima normalidad» de esta casa. :mrgreen:

5 comentarios

  1. Espero que estas lecturas sean tan sólo el argumento otoñal y “pasajero” de un ingeniero al que le gusta sacar punta a las cosas, y que no influya para nada en la vida de este blog. Para mí este es un blog GRANDE, y no es una muestra de cariño o afecto sino la pura verdad, al menos la mía, y así lo demuestra el hecho de que lo prescriba continuamente y de que acuda cada vez que publicas, algo que hago ya simplemente para seguir el hilo de aquella idea que planteas o para saber en qué estas. A mi particularmente me gusta la sobriedad de tu estilo y cómo vehiculizas con voz humana la idea más seria. Y ya sabes que no se trata de que me interese todo aquello que publicas, al igual que te debe pasar a ti con otros espacios, hay cosas que te interesan más que otras pero no por ello el espacio deja de ser de referencia y una suerte el hecho de que exista.

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    1. Gracias, Manel.

      Halagan tus palabras porque se perciben verdaderas… Sabes que igualmente es tu blog uno de los fijos de ese Feedly mío que tanto va adelgazando con el tiempo.

      Pues que sea por mucho tiempo. Un abrazo.

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  2. Hola Jesús.
    Los post que enlazas son estupendos pero el éxito del de Fagor es especialmente merecido. Pasará el tiempo y no perderá vigencia tu análisis/reflexión (o viceversa). Pero aunque no tenga tantas visitas, no puedo dejar de reivindicar este otro. Creo que con él me enganché a tu blog. Lo que dices del correo electrónico me parece un indicador del valor de la prescripción y la confianza. Resulta reconfortante.

    Y felicidades pues, parece que 2008 nos inspiró a muchos a dar el salto. Un abrazo 🙂

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    1. Jeje… sí… se nos ocurrió lanzarnos a la piscina el año de la gran crisis, qué le vamos a hacer.

      Coincido contigo en el post que seleccionas. Refleja uno de los casos de empresa que más me ha impactado conocer y es definitivamente uno de mis favoritos.

      Gracias, Isabel. Siempre un placer tenerte entre estas líneas.

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