Vibraciones: Pecha Kucha y Woka Euskadi (mucho por hacer)

wokaAcepto. A pesar de la invitación en LinkedIn, en Facebook, en Twitter y de alguna alusión al respecto de mis «queridos observados», les confieso que he dudado de si hacer una aportación explícita o no a esta propuesta de dinámica social que es el Woka Euskadi 09… pero lo voy a hacer.

Vaya por delante que me gusta la dinámica que se establece en un World Café… si se hace bien.

Hace ya cuatro años que tuve la oportunidad de vivir por primera vez esta experiencia de la mano de una experta de la SoL, de observar ‘en vivo’ cómo era posible obtener una síntesis de aportaciones de más de 300 personas en apenas un par de horas… haciendo que todas y cada una ellas fueran voz escuchada.

world-cafe

Los intentos de reproducirlo en mi entorno me enseñaron muy pronto la importancia de encontrar las preguntas adecuadas y de centrar el comienzo de la conversación, para conseguir que ésta se produzca en clave de «creativo», «positivo» y «futuro».

El modelo impulsado en Euskadi en las últimas experiencias «populares» opta por mesas de 4 o 5 personas en lugar de 6 o 7 (en el que son mucho más ricas las conversaciones, a mi modo de ver), pero eso es un simple detalle en una experiencia que por lo general se corona con éxito.

El caso es que no debemos perder de vista que este ejercicio de participación colectiva da lo que da. Se puede pretender de él (y es muy interesante) sintetizar un trasfondo compartido de inquietudes, hacer que las personas se sientan tenidas en cuenta en los estadios iniciales de un debate… pero no se puede pretender de él «profundidad».

Hubiera asistido con gusto, de todos modos, a uno de los World Café presenciales programados para mañana; incluso me habría resultado divertido organizar uno, pero… la agenda manda y así… sólo me queda el virtual, este World Café extraño y asíncrono donde sospecho que más que intercambiar reflexiones que forman el hilo de una conversación de dos horas, ésta tomará forma de varios días sobre una única pregunta y varias paradas reflexivas individuales y debates paralelos interconectados.

Pues esta es mi duda… El woka virtual puede ser un intento bienintencionado de aportar «profundidad» al debate, pero al mismo tiempo me pregunto… ¿Qué va a aportarnos este envite que no nos estuviera ya dando la opinión que hierve en la blogosfera de este país? ¿No es, en realidad y a pesar de lo que parece, una iniciativa no-dospuntocero dedicada a quienes no son ni serán culturalmente dospuntoceristas nunca?

Me comprenden, ¿no?

Permítanme el sarcasmo (sin ánimo de ofender): «bufff… vale, ya vemos que hay gente que se mueve ahí fuera, pero nosotros no-sabemos-no-queremos-no-podemos seguirles, no sabemos estar ahí sin que se nos note que no-somos, así que… muchachos de innobasque: montadnos un tingladillo para recoger ideas en un par de días, que no tengamos que esforzarnos nosotros en recogerlas como consecuencia de cambiar nuestros hábitos de trabajo y de relación… Algo que nosotros entendamos facilito ¿eh?…»

pecha-kuchaEl viernes tuve el placer de asistir al primer Pecha Kucha Night Bilbao. El auditorio del Guggenheim estaba a rebosar. Algunas personas «negociando» su pase a última hora, supongo, hicieron que incluso hubiera gente sentada en el escenario.

Mi primer Pecha Kucha Night fue en Barcelona, en el marco del ifest’08 organizado por infonomia.

Impresionante y simple. Una explosión de creatividad, innovación y pasión en los 6 minutos 40 segundos de cada una de sus intervenciones. Un divertido refresco para el espíritu y para creer que crear y cambiar es posible.

La noche de Bilbao tuvo menos intervenciones y no fue patrocinada por ninguna marca de cerveza que pusiera sabor al momento… pero conservó el espíritu burbujeante de la noche de Barcelona. Divertida, escaparate del diseño, pasión inyectada en cada vida que subía al escenario…

Pero, paradójicamente, va a ser al mismo tiempo origen de este post, de la reflexión que entrego al Woka Euskadi 09… por si sirve de algo.

Y es que, aparte del ifest’09 y del Pecha Kucha que acogió en su programa, lo que más me sorprendió de esos días de Julio de 2008 fue Barcelona.

barcelonaHacía algunos años que no paraba en la ciudad salvo por algún taller de ida y vuelta o por ocasionales escalas de aeropuerto, pero la Barcelona que descubrí no tenía mucho que ver con la imagen de ciudad que guardaba en mi memoria.

Encontré una ciudad dinámica, llena de gente joven inquieta, con cosas que decir, que pensar, que crear… con personas que estaban haciendo de ese territorio urbano un lugar en su vida, que lo utilizaban como sustrato de su capacidad de con-versar, co-operar, co-crear… con otras personas inquietas que estaban innovando en el arte, en el diseño, en la arquitectura, en la ciencia, en el cine, en la industria, en los servicios, en la economía social… porque podían hacerlo, porque sentían que su potencial creativo enraizaba en un entorno favorable a la imaginación… y a la posibilidad de que cosas extraordinarias sucedan.

Mi imagen de Barcelona se parecía hasta entonces a la de la sociedad burguesa que retrata Carlos Ruiz Zafón en «La sombra del viento«. Poderosa en lo económico y moderna en lo intelectual, pero anclada siempre en 5 años atrás en lo cotidiano. Las tiendas, las terrazas, los hoteles… las conversaciones. Hasta la forma de vestir. Todo rezumaba ese aire de burguesía europea acomodada que se sabe instalada en un elevado y confortable nivel medio de vida… pero poco atenta a que las cosas iban a cambiar.

Vivir hoy Barcelona es encontrarse fácilmente con jóvenes italianos, australianos, holandeses, japoneses, paquistaníes, británicos, suecos, hindúes, chinos, argentinos, sudafricanos… que han decidido invertir 3 ó 5 años de sus vidas en poner en marcha un proyecto creativo desde allí… antes o después de explorar nuevos territorios. Vivir hoy Barcelona es, en esta parte de la realidad, diseño, creatividad, innovación, posibilidades…

Soy consciente de que probablemente es una imagen parcial, ideal, fruto de una confluencia afortunada de factores, carente de la visión de los problemas que seguro enturbian la vida de otras realidades de la ciudad. También de que Barcelona no es su cinturón industrial, ni éste representa la realidad de toda Cataluña. Pero el choque con mi pre-juicio fue tan intenso que algo debe, en verdad, haber cambiado en pocos años.

Porque Barcelona es hoy una ciudad abierta. O a mí me lo parece… y aunque no me alargue más en explicarme… no sólo por aquella señal.

El viernes disfruté enormemente del Pecha Kucha Night Bilbao, pero al contrario que en Barcelona hace un año… muy pocos de los ponentes trabajaban desde Euskadi… o desde Bilbao.

Deberíamos mirar qué ha hecho Barcelona en los últimos 5 años. No para copiarlo, pero sí para escuchar… y entender.

Creo que aún somos una sociedad cerrada y que necesitamos imperiosamente abrirla. Hemos desplegado iniciativas y esfuerzos importantes para transformarnos en un territorio sustancialmente más innovador, pero lo hemos hecho mirando hacia adentro. A ver si me explico: quizá sí, quizá nos hemos preguntado cómo hacer para que venga el talento… pero no le hemos preguntado qué le gusta (y qué no le gusta) encontrar allí donde va a trabajar, allí donde se plantea la posibilidad de ir a crear… y a vivir.

Barcelona no ha perdido su identidad. La ha transformado, la ha hecho diferente, sí… pero no nueva. Ha dejado que evolucione, que se mezcle, que se matice revitalizada en una forma que le es tan propia como la estancada anterior, pero que le abre infinitas posibilidades que antes no tenía.

ombligoNosotros llevamos mucho tiempo creando desde el ombligo, encerrados en un círculo identitario que, por temor a hacerse poroso, por la obsesión por controlar los cambios… pierde gran parte de su potencial.

Hemos dedicado grandes recursos a crear infraestructuras de país, grandes «catedrales» del urbanismo, del arte, de la ordenación del territorio.

Eso no está mal… incluso acepto que esté bien, que dibuja un paisaje en el mapa del mundo que atrae las miradas… pero es insuficiente.

Porque la innovación y el potencial creador de un territorio no procede de creadores consagrados, sino de ser capaz de atraer a una multitud de inquietos que decidan que este puede ser un buen sitio para crear. Y creo que éstos necesitarán, sobre todo, encontrarse con territorios que favorezcan su potencial y no que lo dificulten, con administraciones que no apuesten por una cultura local… ni tampoco externa, sino por una forma de estar en la vida, en la cultura y en la economía porosa, permeable a las influencias y a los cambios que se dan inexorablemente cuando distintas formas de ver el mundo se hibridan al con-vivir, al co-operar, al co-crear.

Hablo de política sin adjetivos. No de política nacionalista ni no nacionalista, ni de derechas o de izquierdas, ni conservadora o progresista. Hablo de política como del arte de hacer posible lo necesario, de hacer de este nuestro territorio un foco sostenible de atracción de talento, de innovación y de potencial creativo enfocado hacia los ciudadanos, hacia las personas, hacia los anhelos más básicos del ser humano: conectividad, superación, identidad, servicio, sabiduría, libertad…

Tenemos mucho, mucho que hacer aún en ello.

Podía haber intentado, sin demasiadas dificultades, darle al Woka Euskadi 09 mi decálogo de propuestas… o al menos una lista con 4 ó 5 de ellas. Pero creo mucho más útil plantear esto así… ascendiendo hasta el nivel de visión: esta crisis es de modelo económico… y de modelo social.

Espero que ustedes, que me escuchan bien, me hayan entendido.

10 comentarios

  1. Me ha gustado mucho tu post Jesus y creo entenderte…, considero que no te falta razón cuando dices que debemos fijaros en lo que hacen otros para mejar lo nuestro. Tenemos muchísimo que aprender y mucho recorrido por hacer… Me gusta tu planetamiento de «Porque la innovación y el potencial creador de un territorio no procede de creadores consagrados, sino de ser capaz de atraer a una multitud de inquietos que decidan que este puede ser un buen sitio para crear.»

    Permiteme comentarte el planteamiento del Woka Vitual. En ningun momento pretende ser fiel a la técnica world-cafe, ya que es imposible, ya que la metodología requiere que sea presencial. El objetivo del virtual es dar voz a aquellas personas que no pueden participar mañana y quieren aportar su granito de arena a este proyecto. Se sacaran conclusiones y se integrarán en el documento sobre la crisis que Innobasque está elaborando.

    No es más que una iniciativa más (quizás un poco peculiar) para movilizar a la sociedad (2.0 y 1.0 si cabe) y haceros participes en buscar soluciones a un problema cómo es la crisis.

    Una pena que no puedas participar mañana, creo que habrías aportado mucho 😉
    Un saludo
    Naiara

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    1. Aunque más que fijarnos en qué hicieron otros territorios para hacerse atractivos… tirando del título del blog… creo que lo que necesitamos es escuchar las inquietudes de quienes se sintieron atraídos por ellos.

      Me gustaría saber qué va a pasar de verdad con el documento de conclusiones y quién está dispuesto a reflexionar (y a actuar) sobre lo que se derive del proceso. Intuyo, además, que a lo mejor a ti también… 😉

      Porque de buscar soluciones para un problema como es esta crisis… algunos llevamos ya nueve meses tratando de hacer los deberes que no hicimos antes, probablemente, en nuestras empresas.

      Muy bienvenida… e infinitas gracias por la conversación, el alma que mantiene viva una pequeña bitácora como esta.

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  2. Enhorabuena por el enfoque. Como siempre, estas acertado. Aunque creo que lo relatas/planteas con cierta tibieza (Quizás es que soy un tanto radical, ya me conoces).

    Coincido contigo en que no es suficiente con montar «catedrales», estructuras, WorldCafés, y mecánicas que hablen de innovación, pero que no la implantan. Mecánicas que parecen que son todo, pero que sólo son herramientas.

    Un ejemplo, tu que usas un iPhone, puedes notar la diferencia con tener un móvil de pantalla táctil. Iphone no es sólo un tfno con pantalla táctil, hay detrás toda una filosofia de satisfacción del usuario, Samsung, nokia, etc. no parece que han entendido la filosofía, y se han quedado con la herramienta, un pantalla táctil.

    Es verdad, hay que potenciar el talento,atraerlo, aplicar la innovación, y hay que trabajar por ello.

    Pero en tu post parece que el talento hay que atraerlo desde fuera (que si, hay que hacerlo), Pero creo que el talento local existe, y es capaz de usar las mismas herramientas, y de entender la filosofía con se usan.

    Es necesario destapar ese talento, y potenciarlo con políticas adecuadas (SIN SUBVENCIONES!!!!
    que sólo son dinero fácil y que desvía la atención de los emprendedores de su verdadero objetivo).Un estado paternalista corre el riesgo de hacer que el talento dependa del dinero público (el dinero de papa estado….).

    Coincido contigo, las iniciativas que se están lanzando parecen copiar las mecánicas que se hace en otros lados, pero no interiorizan la filosofía, los conceptos fundamentales que crearon dichas herramientas.

    Y es que copiar los mecanismos de otras iniciativas no es la solución. Es preciso copiar con talento, entendiendo los entornos, y la filosofía de esas iniciativas, para luego hacer la adaptación que mejor podamos, para que se ajuste a nuestra realidad.
    En Euskadi hay que cambiar muchas cosas.
    En resumen, que estoy de acuerdo contigo.

    Sirva todo esto para poner en escena voces críticas, para evitar el riesgo de la autocomplacencia

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    1. Totalmente de acuerdo en todo, Txus.

      A lo mejor no me expresado bien con eso de atraer talento, que se refiere al de fuera… y al de casa. Que venga uno, que se quede el otro, que exploten ambos y que se vayan y vuelvan, enriquecidos, los dos.

      La clave de mi post está en la necesidad de crear las condiciones adecuadas para que esto se convierta en un hervidero de talento y de su conversión en riqueza para la sociedad.

      Así que de acuerdo. Incluso con el calificativo de tibio, que sí, que sí… Aunque la tibieza permite a veces que algunos te escuchen mejor…

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  3. Jesús, me ha gustado mucho tu post. Completamente de acuerdo, y también con el comentario relativo al talento de aquí. Creo que el hecho de que se «explote» (en el buen sentido) el talento de nuestra gente será determinante para que se cree un entorno atractivo para que otras personas se animen a venir.
    Y en cuanto a lo de escuchar que decías más arriba … también sería bueno empezar a escuchar a los que tenemos más cerca, ¿qué tipo de entorno social, empresarial, organizativo, político, …. nos gustaría? ¿qué se nos ocurre para conseguirlo?. Y que, como decías con los resultados del woka, se ACTÚE.

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    1. Hola, Lola. Estamos hablando de qué hacer desde las administraciones públicas para sortear esta crisis, ¿no?… así que vuelvo a mirarlo al revés: si hubiera gente fuera que se volviera loca por venir a inventarse 5 años de su vida entre nosotros, sería porque habríamos sido capaces de crear un sustrato… en el que nosotros mismos podríamos estallar.

      Creo que no se puede «explotar» (ni en el buen sentido) el talento de la gente, sino hacer más fácil que haya personas que quieran «explotárselo» a sí mismos. Es decir, que hay que trabajar sobre el sustrato, sobre las condiciones habilitadoras («enabling conditions») que hacen que el talento se sienta atraído por un territorio-imán, se alimente de él, crezca exponencialmente… y genere riqueza.

      Creo que también hay que escuchar a los que tenemos más cerca, sí… pero a la mayoría de éstos es a los que más (aunque sea poco) hemos escuchado hasta ahora… y no me parece evidente que haya sido suficiente para ser ahora de las sociedades que mejor vayan a digerir esta crisis… aunque nos hayan llevado diferencialmente muy bien hasta aquí.

      Creo que en la política y en la administración de las cosas hay que escuchar a muchos… pero después optar. Qué decidimos hacer y qué no, qué prioridades implantamos en la sociedad desde el destino que damos al gasto público y qué no-prioridades quedan por tanto arrinconadas, qué mensajes damos a la sociedad sobre dónde poner el esfuerzo, sobre qué es lo importante… Las sociedades tienen ojos que no se ven, pero que van viendo. No es lo mismo promover el esfuerzo que el bienestar, empresas o emprendedores, identidad o competencia, control o apertura, seguridad o flexibilidad, universalidad o tribu, innovación o eficiencia, aprendizaje permanente o debate estéril…

      Optar es también renunciar… y las renuncias no siempre generan adhesiones culturales o de grupos socialmente activos, que se pegan mejor a las pasiones más básicas y que políticamente rinden mejor.

      Y creo finalmente… que no puedo responder a tus preguntas porque no tengo respuestas y no me parecen fáciles. Pedíais propuestas concretas… y yo no las tengo. Bueno… sólo una: comenzar por construir y compartir una visión diferente de la que teníamos hasta ahora.

      Porque aceptar que algo se nos estaba escapando ya es un hecho relevante. Aunque si se queda sólo ahí sea una simple pérdida de tiempo…

      Yo tampoco tengo la varita mágica desde este pequeño escritorio, pero como ves… dos preguntas han sido suficientes para provocar. Gracias por ello y un abrazo.

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  4. Hola Jesús

    Me sigue pareciendo chapeax el post y las sucesivas respuestas de tí y de todos.

    Pero como el nivel de intervención, al menos lingüístico me parece ya muy lejos, me cuesta ser audaz exponiendo mi opinión al respecto… Pero lo haré en coherencia con lo que digo a continuación.

    Innovar tiene una cosa muy importante… “Llevar una idea al mercado”.

    Creo que nuestra cultura – dejo en libertad de cada uno en decidir de qué cultura me refiero – mimamos mucho este concepto de la Innovación pero no así de la Creatividad, de la diversión de crear sin más.

    Honestamente, comparando con otros países innovadoras, por ejemplo Japón, creo que el factor diferencial es que la gente Crea, Crea sin pensar en más allá de la diversión de crear (incluso de reír de la propia creación).
    Una vez que lo consigamos esta liviandad en lo “absurdo a veces”… podemos dar salto hacia la Innovación.

    Y como bien vemos día a día en nuestra organización…, de ser único en pensar de una manera diferente, es contra cultural.

    Como bien dice Luis Huete en su libro de “Contruye tu sueño”, los Latinos se caracterizan por movimiento grupal, de cuadrilla, de llevarse bien sin contradecir ni reír de sus amigos. No nos gusta destacar (lo malo ni lo bueno).

    En caso de Barcelona, lo que sucede es que es tremendamente Multicultural-multiracial.
    Y la creatividad “artística” hace que se genera una clima adecuada para disfrutar de la creación en sí, pero no de la innovación.

    Respondiendo a Lola… ¿Qué hacer?… Aquí en el norte… no veo muchas oportunidades. Somos muy de industria, de sacar beneficios, nos importa realmente los resultados … La única esperanza es que gracias al movimiento 2.0 lleguemos a construir comunidades más allá de las fronteras.
    Tratar de que se convierta también aquí-norte- como epicentro de la innovación, sin ese sentido de disfrute hacia la creatividad… Ufff, complicado.

    Un abrazo

    Yuri

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    1. Lúcido – lúdico.

      Binomio que se desprende de un comentario lúcido sobre un factor que en efecto se escapa en mi post, aunque estuviera en el fondo de esas propuestas que declaro no saber concretar: la necesidad de que el trabajo nos divierta, sí… de que, además de ejercicio de responsabilidad y de competencia profesional, exista ese aspecto lúdico que nos haga disfrutar de lo que hacemos, que nos ayude a que el trabajo sea una parte de nuestra felicidad.

      Nuestra forma de hacer está, en efecto, ligada a la «gravedad» en la forma en que afrontamos las situaciones de cada día. Nos decimos que innovar es tener un mercado que está dispuesto a pagar por ello (¡y es cierto!), pero lo hacemos desde la cultura de la eficiencia y de la orientación a resultados que no tiene en cuenta la explotación de la creatividad y la asunción natural de una dosis de locura, de juego, incluso de aparente ineficiencia que también requiere la innovación más radical… Racionalizamos que ese no es necesariamente el único camino… y nos quedamos tan anchos, pensando que sólo es una opción.

      Y sí, es una opción. Cualquier empresa puede optar por innovaciones sólo incrementales y de menor riesgo, pero… ¿será bueno que la totalidad del tejido industrial y de servicios de un país opte por limitar los riesgos y prescindir de un plumazo de la innovación radical?

      Probablemente tienes razón: crear es un acto lúdico en sí mismo… y no nos damos ese permiso prácticamente nunca.

      Necesitamos creatividad también en la estrategia empresarial, en el diseño de productos, en la oferta de servicios, en las dinámicas internas de la empresa… A lo mejor, para re-crear la empresa en su conjunto…

      Una reflexión interesante, complementaria y oportuna, que probablemente sólo seamos capaces de llevar a la acción en nuestro territorio a través del fomento de redes inter-empresariales de cooperación, de interconexiones que seamos capaces de formalizar entre inquietos que funcionan con autonomía de instituciones de todo tipo, «protegidas» (por su propia capacidad de decisión) de las estructuras clásicas y anquilosadas en la seguridad personal tradicionales en nuestras empresas de hoy… De impulsar el intraemprendizaje, el trabajo como free-lance, las micro-empresas, la innovación abierta… y la implicación de las universidades, los centros tecnológicos y de investigación en todo ello, pero desde una política diferente a su sostenimiento desde la subvención, o al menos desde la subvención como hasta ahora la entendemos.

      Gracias, Yuri.

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