Números de blog

numerosAyer, cuando el sábado se reencarnaba en domingo, llegó a las estadísticas de este pequeño blog la cifra redonda de 1.000 vistas. Al margen de la incógnita que supone no saber cuántas de ellas sobrepasaron los 10 segundos de lectura y de que han llegado en casi 3 meses a niveles que muchos alcanzarán en 3 días y algunos pocos en 3 horas, les confieso que esta minúscula cifra me alegró el tránsito de la medianoche.

Dado que mis expectativas de comienzo eran un simple nada… pero que ahora ya es raro que pase un día sin que le eche un vistazo aunque sea fugaz a las estadísticas de WordPress, me pregunto hasta qué punto las vistas y los comentarios son «el pan y el agua» de mi bitácora.

Les advierto que a continuación vienen apuntes de principiante, que si tienen un blog seguramente no voy a aportarles nada, que si tienen antigüedad en la red habrán pasado sus ojos por palabras parecidas de cientos de principiantes que lo fueron antes que yo… así que cambien ahora de canal si es así: empleen su valioso tiempo en otra cosa más útil.

Pero si aún están leyendo y por tanto, han decidido seguir aquí, les diré que estas 13 semanas me he dedicado también a observar reacciones ante mis pequeños intentos de «estimular» la red:

  • Al principio fue incluir un link al blog en mis perfiles de Twitter, LinkedIn, Facebook… Eso fue fácil.
  • Luego un paso «importante»: twittear cada nuevo post. Escuchando a muy diversos ponentes y conferenciantes, me he preguntado con frecuencia cuándo una persona intuye que tiene algo importante o diferente que comunicar, cuándo siente que puede ofrecer valor a los demás sólo por escucharle, cómo se produce ese click que interiormente da seguridad suficiente como para exhibir una reflexión personal como algo más o menos valioso para los demás. Aún no tengo una respuesta, pero dado que las visitas a la bitácora eran en ese momento las procedentes de la ruleta de la fortuna de los buscadores y las de un par de amigos, las preguntas clave fueron: ¿no será presuntuoso anunciar cada post? ¿le importarán realmente a alguien estas líneas que voy pergeñando?
  • Superadas las vergüenzas, un siguiente paso similar al anterior: identificarte con tu blog en los comentarios a otras bitácoras…
  • … y hacerte más visible: ligar Twitter a otras redes, integrar aplicaciones en ellas que permitan visualizar las entradas de blog en el perfil, completar las casillas de actualización de estado…
  • Comentar, comentar y comentar. Participar de otras conversaciones. Ofrecer.
  • Aquí ya llegamos a refinamientos básicos. Primer paso: responder a tweets de personas a quienes no conoces y que te parecen instalados en otra galaxia dospuntocero. Y retwittearles: es fácil pensar que una reacción análoga por su parte, si se produce, es «maná caído del cielo» sólo por el tamaño de la comunidad que les sigue. No me interpreten mal… creo haber sido muy honesto con respuestas y retwitteos, que sólo he hecho cuando realmente «me lo ha pedido el cuerpo». Lo que quiero decir es que dirigirte a personas que no conoces como si fueran tu familia de toda la vida, también es una barrera a vencer para nuestra tradicional cultura de relaciones.
  • ¿Han probado a estimular los comentarios? ¿Invitan a ello? ¿Han probado a pedirlo, sin más? (es diferente…). Este territorio es aún una gran incógnita para mí. No entiendo por qué ocultas reglas se desencadena una ristra de comentarios en un post A pero no aparece ninguno en otro B, cuando no es infrecuente que las expectativas y las inquietudes previas que me generan ambos sean exactamente las opuestas.  Quizá es que soy un poco raro…
  • Más sibilino es elegir bien las palabras que titulan cada post. Si les obsesionan los números, échenle un vistazo a las palabras que llevan a su blog desde los buscadores. Vean qué les interesa a quienes llegan de visita, porque hay ideas fuerza que funcionan como imanes… y otras que no.

17 posts, 57 comentarios. Una media de 3’4 por entrada. No está mal para lo que esperaba… incluso considerando que el 40% son mis propios comentarios de respuesta a los comentarios de mis visitantes.

La verdad es que, más allá del número de vistas que seguía en mis primeras semanas, a donde se me va últimamente la vista inquieta y donde descubro variaciones con fruición… es en el número de comentarios. Uno nuevo: ¡bien!… a por él. Dos post sin comentarios… mmmm… ¿por qué no habrá?

En mi aproximación dospuntocerista, algo para mí sorprendente es la enorme cantidad de blogs que descubro donde se abren posibilidades que nadie aprovecha para el debate. Reflexiones, provocaciones, síntesis, información, imágenes sugerentes que encuentro francamente interesantes, pero que no suscitan comentarios de sus lectores. El reciente episodio de Woka Euskadi ha sido para mí, en este sentido, paradigmático: numerosos bloggers respondiendo sincronizadamente a una única invitación, pero como si fuera una colección de cartas al director, con muy poca gente cruzando sus visiones con las de los demás. ¿Será simplemente una cuestión de tiempo… disponible?

Pues yo he descubierto que me gustan las conversaciones con ese carácter asíncrono que destilan los blogs. Me encanta el «debate a retazos», con las pausas que imponen las responsabilidades cotidianas de cada uno. No saben cómo agradezco y disfruto de cada apunte que surge en la cola de mis posts, desde la incertidumbre de si aparecerá o no el rastro de un desconocido o el contrapunto de un amigo.

Así que si pueden ayudarme en esa incógnita que aún conservo sobre cómo provocar conversaciones en un blog… no duden en utilizar los comentarios aquí mismo… Es sólo unas pocas líneas más abajo…  😉

Este es el post número 18… y el día más visitado de inquietos, de momento, ha sido el pasado 18 de mayo. Hablando de números, algún día les contaré cómo el 18 es un número que ha aparecido de forma extraordinariamente recurrente en muchas de los hitos importantes de mi vida (y no soy supersticioso… ni fetichista, se lo aseguro). Incluso es recurrente ese 18 de mayo…

Será otro día.

De momento, me declaro culpable de seguir los números de mi blog… y la información que llevan pegada a la espalda. Además, declaro que seguiré observando y aprendiendo de ellos, como una forma de entender los mecanismos de comunicación en la red.

Siguiendo las ideas que comentaba hace unas semanas sobre la confianza, acabo de hacer un primario ejercicio de sinceridad… creo. Si les ha proporcionado unos minutos de relax mental… suficiente; ya me doy por satisfecho.

24 comentarios

  1. Hola Jesús

    Espero ser la primera en dejar comentario en tu 18ºpost, que se lo mágico que es para tí.

    Aquí un tema «blog vs Blogsfera»: http://eadminblog.net/post/2006/09/29/no-son-los-blogs-sino-las-blogosferas

    Alguien que tiene la misma reflexión que tú:
    http://marccortes.blogspot.com/2009/01/silencios-en-las-conversaciones-de-los.html

    Y para que sea número más redondo… un enlace, que a su vez-al final- te lleva a sitios que puede ser de interés:
    http://mantero.net/sacando-la-conversacion-fuera-de-los-blogs/

    A la espera de que llegues a dar con la pocima secreta… un abrazo

    Yuri

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    1. Gracias, Yuri, por haber completado una vez más mi post con algo que reclama tu primer recomendado y que no abunda en este texto mío de hoy: los enlaces.

      Ya intuía que no iba a ser precisamente el único que pasaba por este camino… En efecto, siempre tienes la duda de si lo que debes hacer, cuando te surge una reflexión al hilo de la lectura de un blog cualquiera, es contribuir a agrandar la columna de origen… o por el contrario, si es mejor enlazarla y comentarla en tu blog, tejiendo la red «blogosférica» con un nodo más. Sé que tú también llevas tiempo dándole vueltas a esto.

      Yo he hecho ambas cosas, si bien últimamente me descubro con frecuencia haciendo comentarios a otros blogs… tan largos, que a veces parecen más entrada al blog que lo escrito por su propio autor… Y tampoco es eso, creo.

      Reconozco que me gusta recibir comentarios a mis posts, ya lo digo arriba. Me gusta convertir cada tiempo volcado en una conversación que pueda recoger como tesoro que luego pueda tomar prestado cualquiera. Me gusta que me comenten porque provocan que siga pensando, que pruebe nuevas formas de ver las cosas, que explore un par de pasos más allá…

      Me gustaría también que en esa conversación se cruzaran opiniones entre los invitados… pero eso no ha ocurrido todavía.

      Y finalmente tengo la duda de si una red de infinitos nodos no es una garantía de desperdicio de riqueza, sí… también eso da vueltas por aquí.

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  2. Hola Jesús. Yo también llevo poco en esto de los blogs y también he descubierto por ensayo y error, lecturas y autodescubrimiento las palancas necesarias que hay que mover para dinamizar tus propios espacios de difusión.
    Yo voy sin muchas pretensiones y los números son importantes para todo el que escriba, aunque al menos en mi caso no me preocupan en exceso. Me preocupan más las personas, por eso intento contar con conversaciones con quienes para mi merecen la pena (como puede ser tu caso).
    Seguiremos conectados, no?
    Un saludo

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    1. Hola, Nacho. Gracias por comentar.

      A mí me gusta explorar por qué se mueven las cosas entre humanos, a pesar de que nunca estemos seguros de saberlo ¿no?

      Por eso me gusta seguir las relaciones entre la palabra y los números, aunque la linealidad causa-efecto sea un simple espejismo si alguna vez aparece… Pero es divertido engañarnos, creer que puede entenderse.

      Y seguimos conectados, claro. Un saludo y gracias de nuevo.

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    1. Hola, Jaime… y muy bienvenido: ya he buceado por tus sitios, así que ya somos dos a agradecer a Nacho su tweet.

      Y no. No tenía intención formativa, no. Pero… ¡un honor que se la encuentres! 🙂

      Un saludo. Jesús.

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  3. Hola Jesus, ¿has probado a utilizar google analytics? Proporciona bastante información que, más allá de poner número, te da pistas sobre quién te lee y por qué. Además así conoces otro mundo dentro de esta galaxia 2.0
    Yo aquí estoy refugiado en casa mientras pasa la tormenta y pensando en que quizás merecería la pena empezar a mover en serio el tema de la web social en la corporación mondragon. Veo bastantes personas interesadas pero sin saber cómo arrancar. Sino es mucho el atrevimiento, ¿tú que tan bien conoces el «percal», cómo ves el tema? ¿merece la pena intentarlo? Igual te da para el post 19 😉
    Felicidades por el blog!!

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    1. Kaixo David,
      Por supuesto que merece la pena intentarlo (y conseguirlo!). El «percal» ya irá subiéndose a la burra. poliki-poliki, pazientziaz.

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    2. Hola, David.

      Aunque oigo hablar mucho de Google Analytics, no lo he probado, no. Te confieso que alguna vez he estado tentado, pero entre que activarlo no parece ser tan sencillo como abrir el blog y, sobre todo, que con lo que tengo me absorbe ya más tiempo del que creía disponer y no podría enredarme mucho más… pues está de momento aparcado. Aunque nunca se sabe… es aprender otro mundo, como bien dices.

      En Mondragon… Buff… Pues sensaciones contrapuestas. No soy tan optimista a corto plazo como Deiane, aunque no dudo que a medio y largo irán destilando cosas que se están poniendo en marcha.

      Nosotros estamos moviendo experiencias concretas en casa, creo que no muy frecuentes por tratarse de un entorno de producción industrial, con dificultades, e interesantes pero aún verdes para el post 19. Más bien, a este ritmo, podré contar algo hacia el 91… 😉

      ¿Y a nivel corporación? Pues… yo creía que ya había gente tomándose esto muy en serio, pero en fin… si tú no lo ves… Para mí es inexplicable que no haya existido ya una enorme corriente de web social entre nosotros, pero las barreras del pasado y las de este presente son (al menos algunas) bastante visibles, en realidad.

      Espero que alguno de esos límites se esté empezando a mover, pero en cualquier caso, para esto yo sí me pongo si hace falta la etiqueta de militante (creo que ya la llevo puesta desde hace un tiempo) y no será difícil encontrar algunos aliados (¿no, Deiane?).

      La respuesta es, por tanto, que merece la pena intentarlo, aunque falta que alguien abra un canal por el que naveguemos y lo mantenga… y no es fácil ni desde la empresa ni desde, por ejemplo, el Comité TIC. ¿Tal vez desde la Universidad o desde alguno de sus numerosos brazos? Ánimo…

      (Y gracias)

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      1. Umm…me expresado mal, Jesus. Decía lo de mover en serio no tanto a tratar el tema de la web 2.0 que como bien dices ha habido un movimiento muy importante en los últimos meses (del que he sido parte) en mondragon sino a crear de forma estable una comunidad de personas que estamos interesadas en el mundo 2.0 para poder seguir conversando y compartiendo experiencias. Precisamente este fue uno de los temas más demandados en las conclusiones sobre web 2.0 y mondragon. La creación de un grupo de interés entorno a la web social.
        Lo comento con gente de por aquí y te mantengo informado

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    3. Pues gracias, David. Por un lado me tranquilizas… y por otro me dejas expectante. Reitero lo de la etiqueta de militante, por si hace falta. A la espera…

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  4. Hola Jesús,
    ¡Muchas felicidades!
    Me ha gustado mucho el post porque transmites muy bien lo que representa descubrir este mundo, lo gratificante que es.
    Yo llevo en esto un poco, no mucho, pero no me puedo considerar principiante. A pesar de ello, tengo que decirte que aún no he descubierto «las palancas». Sólo puedo decirte que me encanta esto, que me gusta mucho y que hago «lo que me pide el cuerpo».
    Espero que disfrutes de tu blog durante mucho tiempo y nos permitas disfrutarlo también a todos los que te leemos.
    Un abrazo

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    1. Hola, Carme.

      ¡Qué placer encontrarte en la cola de la entrada! Te confieso que me gustó tu blog la primera vez que lo ví… simplemente por la foto de cabecera: pura sensibilidad. Pero no tardé en ver que debajo había muchas cosas muy interesantes… que te llevaron al Reader.

      Gracias por el enlace al post de Julen, aunque en efecto ya había dado buena cuenta de él… incluido el clásico de las blogosferas del punto 5. 😉

      Un abrazo… y espero seguir cruzando conversaciones.

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  5. Aupa Jesús,

    A los 18 uno entra en la mayoría de edad, ¿no?
    ZORIONAK!
    Por cierto, más que un ejercicio de sinceridad, yo lo considero un acercamientoa la vulenrabilidad.
    Muack

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    1. Gracias, Deiane. ¿Tú crees? (lo de la mayoría de edad, me refiero…).

      Me da que es a los 18 años y esto está a medio camino entre los 18 días y las 18 semanas. Y en realidad… aún me apetece escribir con olor a Nenuco.

      Un gran abrazo, de esos que aprendimos a disfrutar.

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  6. Ha sido como revivir los primeros meses con mi blog. Ves como al final se trata de cultivar con la máxima ilusión algo que es importante para ti aunque pueda parecer insignificante a los ojos de los demás.
    Que sigas disfrutando.
    JM

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    1. Perfecto, lo expesas con sencillez, escuchas bien cómo me siento escribiendo desde este rincón.

      Un honor encontrarte aquí… Muy bienvenido.

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  7. Ya ves, soy el 9, pero que casualidad 9=1+8.

    además yo he participado contigo en algún 18 de Mayo, por lo que me veo obligado a tomar parte.

    En cuanto, a los objetivos, seguimientos y futuribles de los blogs, creo que los personajes(que no se ofenda nadie) que nos movemos en este mundo de las bitácoras, somos esos infinitos nodos, que hacen que funcionemos independientemente, normalmente a la espera de diferentes estímulos eléctricos, por expresarlo de alguna forma técnica(lego dixit ), que nos toca esa fibra tan especial que tenemos todos los animales humanos, y hace que nos relacionemos o enfrentemos, según sea el caso.

    Rara avis, esos que pasan del bien y del mal.

    Como siempre, un saludo afectuoso.

    PD Me empiezo a preocupar, a mi no deben de atreverse a hacer comentarios.¿Será el tema que trato? ¿Será mi yo oculto?¿Pasarán de mi?Pues no voy a cambiar.

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    1. Hola, hola… ya creía que tu paso por este territorio era sólo circunstancial… 😉

      Gracias por el comentario. Me queda la duda de si los que pasan del bien y del mal son ‘rara avis’, no te creas… Es que son muchos, me temo.

      Y en tu caso, si no se atreven… a lo mejor es que los que te leen asiduamente están demasiado alineados contigo… o por el contrario dejas poco margen para hacerles sitio a los otros… tú verás si te lo piensas, pero entrar en un debate desequilibrado es durillo ¿no?… 😀

      Pero eso sí, en los principios firme ¿eh?, no cambies mucho en eso, no; y en lo demás, tú mismo… Un abrazo.

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